Dos versiones de una misma historia


Esta semana saltó a la palestra una noticia de lo más sorprendente para el deporte español: Anna Tarrés, seleccionadora del equipo nacional de natación sincronizada, era destituida de su cargo. Extrañeza para todos, también para el que escribe estas líneas. La federación fulminaba de repente y sin previo aviso a la principal culpable de los numerosos éxitos logrados por la sincro española en la última década. Medallas en Europeos, Mundiales y Juegos Olímpicos; una metodología de trabajo sólida y efectiva; un pasado histórico, un presente maravilloso y un futuro prometedor. Todo acabó el pasado 6 de septiembre. Los medios de comunicación volvían a prestar atención a un deporte olímpico semanas después, pero esta vez tocaba dar malas noticias.

Éste fue el comunicado oficial elaborado por la RFEN sobre la destitución de Anna Tarrés:

«Ante las noticias difundidas en los Medios de Comunicación, la RFEN confirma que en conversación privada mantenida con Doña Anna Tarrés Campa, se le ha anticipado la decisión de no renovar el contrato con esta Federación que expira el próximo 31 de diciembre, pendiente de hacerlo formalmente en cumplimiento de lo establecido en dicho contrato. Razones estrictamente profesionales y de política deportiva fundamentan esta decisión agradeciendo a la Sra. Tarrés su innegable y valiosa aportación a la natación sincronizada. Consecuentemente y cuando se cumplan dichas formalidades, la RFEN comunicará quiénes compondrán el equipo técnico que va a dirigir la natación sincronizada española con vistas a los JJOO de Río de Janeiro de 2016«.

En las numerosas entrevistas concedidas esta semana, Tarrés no ha parado de atizar a la RFEN, a la que ha acusado de no aportar los recursos suficientes para que las sirenas españolas salieran adelante. Se dejaba entrever una mala relación con el nuevo presidente federativo, Fernando Carpena, y también con el otro gran icono de la natación sincronizada en este país: Gemma Mengual. Tarrés afirmó que la barcelonesa fue la única de sus nadadoras que no se puso en contacto con ella tras conocerse la noticia de su destitución. Más tarde, se supo que otras de sus antiguas pupilas tampoco guardaban un recuerdo demasiado grato de sus días junto a Tarrés.

 

Anna Tarrés en Julia en la onda (Onda Cero)

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Anna Tarrés en El partido de las 12 (Cadena Cope)

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Una de las nadadoras con las que Tarrés tuvo más de un enfrentamiento (algo desconocido hasta hace tan sólo unos meses) es Paola Tirados, otrora una de las estrellas del equipo. Retirada tras los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, la nadadora canaria sacó a la luz las intimidades más desconocidas y escabrosas de la sincronizada española mediante un comunicado publicado en su web oficial el pasado mes de abril. Insinuaciones de dopaje, presión excesiva de Tarrés a las nadadoras, impasibilidad de la federación a pesar de las supuestas malas conductas de la seleccionadora; en definitiva, acusaciones muy graves contra Anna Tarrés y en parte también contra la RFEN.

 

Tirados resumía ayer en varios medios su experiencia en el equipo nacional de sincronizada:

 

Paola Tirados en El Larguero (Cadena Ser)

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Paola Tirados en El Partido de las 12 (Cadena Cope) [hasta minuto 08.40]

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Cristina Violán, otra nadadora de sincronizada ya retirada, también mostró su satisfacción por el cese de Anna Tarrés en declaraciones a Canarias Radio La Autonómica:

«Considero súper acertada la decisión de la federación. Solamente puedo agradecer al presidente que haya tomado esta determinación, seguro que encontrará un gran relevo y que los éxitos continuarán. Anna Tarrés ha hecho muy bien el trabajo técnico y ha ayudado a situar a la selección española en la élite de este deporte, pero muchas ex nadadoras que hemos pasado por ahí sabemos que sus formas no eran las correctas. Era muy manipuladora, sabía manejar muy bien a las niñas como le interesaba. Por eso muchas de nosotras lo hemos dejado. La gente sólo ve las medallas, pero son medallas que no saben como deberían de saber. Hay que alegrarse de la noticia y de que las cosas vayan a cambiar. Ahora, las nadadoras tendrán la oportunidad de empezar a disfrutar de este deporte«.

 

Tras conocer las dos versiones de la historia, hay varias cosas que se me vienen a la mente, como diría el televisivo Nacho Guerreros:

1. ¿Quién es el villano de esta historia? ¿Anna Tarrés, la RFEN o ambos? Según las declaraciones de Tarrés, la federación nunca apoyó lo suficiente a su equipo y las nadadoras acogieron la noticia de su destitución con pesadumbre. Sin embargo, algunas de sus nadadoras afirman que Anna Tarrés fue una entrenadora demasiado exigente, rozando los límites de la crueldad y de las malas artes en ocasiones. Si esa teoría es cierta, la RFEN tampoco habría obrado correctamente hasta ahora, ya que era consciente de esta situación desde hace años y nunca le puso fin. ¿Por qué? Porque los resultados son más importantes que las personas, como suele suceder casi siempre en el mundo deportivo.

2. Algunos pueden pensar que las declaraciones de Tirados y Violán son oportunistas y que ellas son las auténticas malas de la película. Nada más lejos de la realidad. Precisamente, el malestar de Tirados durante su etapa en el equipo es de conocimiento público desde abril, cinco meses antes de la destitución de Tarrés. Pocos conocían el comunicado que la nadadora canaria publicó en su página web. Una muestra más de la escasa atención que reciben los deportes olímpicos en España. Mucho que mejorar antes de Río 2016, muchísimo en el caso de que el COI otorgue los Juegos de 2020 a Madrid.

3. ¿Realmente actuó bien alguien? Está claro que Tarrés (si es verdad lo que cuentan sus antiguas pupilas) y la RFEN no lo hicieron y que las nadadoras fueron víctimas indefensas de una situación que ellas nunca hubiesen deseado. Algunas intentaron rebelarse contra la autoridad preestablecida, pero de nada sirvió.

4. Sabemos muy poco o nada de la verdad sobre el deporte español y el deporte en general. Hay muchos intríngulis desconocidos y que sólo salen a la luz en casos excepcionales como éste. Historias nada alegres, manchadas de polémica y de sombras, que seguro existen en grandes proporciones. Lástima que sólo conozcamos una minucia de estos trapos sucios. A veces, conocer la verdad es mejor que vivir sumido en una gran mentira.

 

¿Quién merece mayor crédito: Anna Tarrés o la RFEN (que comparte, en teoría, el testimonio de las nadadoras)? Dos versiones de una misma historia.

 

FOTOS: La Vanguardia, As y Mundo Deportivo.

FUENTES: RFEN, Ivoox (audios) y ABC.