Lo mejor de mi etapa en Marca.com: Serbia tumba a Francia en el festival del triple y se mete en la final del Mundial


Francia y Serbia nos deleitaron con un espectáculo baloncestístico de primer nivel en la segunda semifinal del Mundial. La escuadra balcánica, que se mostró superior durante buena parte del encuentro, vio cómo los galos amenazaban con dar rienda suelta a la enésima jugarreta de la táctica del conejo en un último acto frenético. El duelo de tiradores a la luz de la luna entre Nicolas Batum (35 puntos, 8/12 en triples) y Milos Teodosic (24 puntos y 5/7 desde el 6’75) quedará para la historia de la competición.

Fue precisamente el base del CSKA de Moscú quien más atinado comenzó el partido, con Diaw pisándole los talones y continuando con su gran rendimiento en el torneo. (3-4). El serbio ponía el espectáculo anotando y repartiendo juego; el galo era el tirador más certero del lugar. Los siete puntos de Markovic en el primer cuarto abrieron la primera renta importante para su selección, que no fue a mayores gracias al aguante francés (15-21).

A los hombres de Vincent Collet se les atragantó la zona dispuesta por sus adversarios de los Balcanes, que pronto empezaron a confirmar su futura condición de finalistas con un Teodosic completamente desatado (15-30). El tiro exterior de los galos ya no era el arma temible de otras ocasiones y sus torres apenas olían la pintura. Los 18 puntos de renta que alcanzó Serbia tirando también de la velocidad a la contra impulsada por los aciertos defensivos (25-43) se redujeron al 32-46 con el que se llegó al descanso. Markovic y Raduljica dejaban a las claras que su base no bailaba solo en la ofensiva del Palacio.

El rodillo serbio siguió aplastando a Francia al inicio del tercer cuarto. Había tenues atisbos de remontada cortados de inmediato por un contendiente que no bajaba los brazos de ninguna manera. El sexto hombre se encontraba en la banda: un Djordjevic inflexible y justo vencedor del premio al Mejor Entrenador mundialista si es que lo hubiera. El 46-61 con el que se finalizó el tercer periodo era una nueva confirmación del carácter implantado por el exjugador de Partizan, Barça y Madrid entre otros a sus pupilos.

Francia volvía a creer al inicio del último parcial gracias a un triple de Fournier y un mate a la contra de Batum (51-61). Serbia sufría el más inoportuno de los bajones, añorando al díscolo Milos mientras Batum y Diaw hacían diabluras desde el triple (57-63). Aun así, pocos ganan en coraje a los serbios, que siguieron mandando en el electrónico a pesar de que sus dientes cada vez rechinaban con más fuerza.

El prometedor Bogdanovic tomaba las riendas de su selección antes de que Teodosic acudiese veloz al rescate tras una segunda parte más discreta. El carrusel de triples que dotó al partido de su aura mágica y postrera dejó paso a la habitual retahíla final de tiros libres. Serbia no falló desde el 4’60, pero un triple del voraz Batum (85-88) hizo que Francia muriera matando hasta que Simonovic no perdonó con la guadaña (85-90).

Publicado en Marca.com el 12 de septiembre de 2014