Quién le iba a decir al belga Gustaaf Deloor, primer ganador de la Vuelta allá por 1935, que la carrera española dejaría de ser un simple entremés tras Giro y Tour para convertirse en el postre por antonomasia de la temporada ciclista. La efeméride del 80 aniversario no podía llegar en mejor momento para la prueba, que ostentará en 2015 uno de los mejores carteles de su historia e incluso afrontará la posibilidad de que Chris Froome se sume al exclusivo grupo del doblete en una misma temporada y que no conoce nuevos miembros desde Alberto Contador en 2008, precisamente el campeón del Giro 2015 que fracasó en idéntico intento en el Tour y no defenderá su triunfo en la Vuelta de 2014.
Fausto Coppi, Jacques Anquetil, Bernard Hinault, Eddy Merckx, Giovanni Battaglin, Miguel Indurain, Marco Pantani y Contador. Ocho nombres para la Historia. Sólo ocho nombres a los que Froome sueña con emular, aunque si bien se consiguió en cuatro ocasiones en la década de los 70, tres más en los 80 y otras tres ya en los 90, desde que comenzó el nuevo siglo únicamente lo ha conseguido el pinteño. Aspiración compleja de por sí y que complicará aún más la amplia nómina de favoritos en la salida de Marbella, donde concurrirán el resto de integrantes del podio del último Tour (Nairo Quintana y Alejandro Valverde) y dos de los tres componentes del cajón en el último Giro de Italia (Fabio Aru y Mikel Landa).
1949 – Fausto Coppi – Giro y Tour
1952 – Fausto Coppi – Giro y Tour
1963 – Jacques Anquetil – Tour y Vuelta
1964 – Jacques Anquetil – Giro y Tour
1970 – Eddy Merckx – Tour y Giro
1972 – Eddy Merckx – Tour y Giro
1973 – Eddy Merckx – Giro y Vuelta
1978 – Bernard Hinault – Tour y Vuelta
1981 – Giovanni Battaglin – Giro y Vuelta
1982 – Bernard Hinault – Tour y Giro
1985 – Bernard Hinault – Tour y Giro
1992 – Miguel Induráin – Tour y Giro
1993 – Miguel Indurain – Tour y Giro
1998 – Marco Pantani – Tour y Giro
2008 – Alberto Contador – Giro y Vuelta
Los cinco magníficos
La participación de la plana mayor de la élite del ciclismo mundial, excepción hecha de Contador, es especialmente significativa. A Froome, Quintana y Valverde se unen todo un excampeón de las tres grandes carreras como Vincenzo Nibali y un asiduo de sus podios, Joaquim ‘Purito’ Rodríguez. Entre todos suman 13 victorias de etapa y 10 triunfos en clasificaciones generales durante la presente temporada. Vienen de disputarse el maillot amarillo en Francia con el consiguiente castigo para sus piernas, pero el favoritismo no se lo quita nadie.
Dos equipos pueden ser propensos a la guerra de guerrillas durante la carrera: Movistar y Astana. La situación parece más llevadera en la escuadra española, donde Nairo Quintana y Alejandro Valverde ya demostraron formar un buen tándem durante el pasado Tour. El colombiano quema su último cartucho para no acabar la temporada sin una grande en el zurrón, mientras que el ciclista murciano busca poner el broche ideal a una temporada ya de por sí excelsa y aún con el Mundial de Richmond en el horizonte. La duda de quién será el jefe de filas no parece importar tanto en este caso.
La verdadera pelea de gallos se presenta entre Nibali, Aru y Landa, todos con galones de líder en el Astana. El equipo dirigido por Alexandre Vinokourov ya adoleció de importantes problemas a este respecto durante el Giro de Italia y la entrada de Nibali en el ‘9’ para La Vuelta podría agravarlos aún más. Aru parece el corredor más fresco de los tres, ya que Nibali fue repescado casi a última hora de sus vacaciones y Landa no llega a la Costa del Sol en su mejor condición física. La brecha entre la jefatura de filas y la servidumbre se presenta realmente ajustada en la formación. Puede que en ella no se viviesen tiempos tan convulsos desde la extraña pareja que formaron Contador y Lance Armstrong durante el Tour 2009.
Además, esta edición de La Vuelta también presenta otros nombres propios a tener en cuenta. Quizá no posean tal grado de favoritismo como los anteriores, pero darán que hablar y mucho hasta mediados de septiembre. Tejay Van Garderen (BMC) es uno de esos grandes tapados tras haber destacado en la alta montaña del Tour, con Rafal Majka (Tinkoff-Saxo) pisándole los talones ante la gran oportunidad para demostrar su valía como líder. Tras ellos, los Samuel Sánchez, Peter Sagan, Joe Dombrowski, Frank Schleck, Dani Moreno o Rubén Plaza, entre otros.
La montaña más exigente
Si el plantel de corredores de esta Vuelta ya asusta, aún lo hace más el recorrido que les espera. De los 3.357 kilómetros que se recorrerán en esta edición, destaca el hecho de que los nueve finales en alto que presenta el recorrido sean inéditos. Dos etapas se llevan la palma entre las 13 que conformarán la montaña: la undécima (Andorra La Vella-Cortals d’Encamp) y la decimosexta (Luarca-Ermita de Alba).
La etapa reina andorrana se va a convertir en una de las más duras de la historia de La Vuelta debido a los 4.600 metros de desnivel que habrá que soportar y la media de metros a ascender por kilómetro: 33,33. El recorrido, calificado de “histórico” por ‘Purito’ Rodríguez, uno de sus diseñadores, promete marcar un antes y un después en la carrera. Los grandes escaladores del pelotón pueden ponerse las botas el 2 de septiembre, aunque tendrán otra buena oportunidad para probarse cinco días más tarde al norte de la Península.
La ascensión a la Ermita de Alba también promete emociones fuertes en forma de triunfos épicos o de pájaras descomunales. El desnivel será idéntico al del día de Andorra, así que sus 138 kilómetros pueden resultar matadores teniendo en cuenta que las dos jornadas previas (Vitoria-Alto Campoo y Comillas-Sotres) también presentarán llegada en alto. Por si esto fuera poco, al día siguiente tocará afrontar otro hipotético momento clave: la única contrarreloj individual de la cita.
La albergará Burgos y constará de cerca de 40 kilómetros, que bien podrían atragantárseles a algunos de los favoritos menos efectivos sobre la ‘cabra’ y beneficiar a corredores como Chris Froome. Todavía podría haber lugar para las sorpresas camino de Madrid por gracia de una de las subidas más desconocidas del libro de ruta de Unipublic, La Quesera: 27 kilómetros de ascenso con desniveles cercanos al 20%. Todo un desafío para los valientes que aún queden en pie entre la terna de favoritos.
Por si fuera poco, La Vuelta de este año ya ha causado una pequeña conmoción antes incluso de arrancar. La pelea por la clasificación general empezará, insólitamente, en la segunda etapa. Todo se debe al descontento de los ciclistas con parte del recorrido de la contrarreloj por equipos inaugural entre Puerto Banús y Marbella, cuyos tiempos no se tendrán en cuenta a nivel individual. Los casi 4 kilómetros de arena prensada por los que tendrán que transitar los corredores han llevado a dar el auténtico pistoletazo de salida a la madre de todas las Vueltas un día más tarde. A pesar de todo, la expectación por saber quién se paseará por La Castellana con el jersey rojo permanecerá intacta.
Este artículo fue publicado originalmente en EL ESPAÑOL
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